Hola
a todos!!!
Antes
de que acabara el fin de semana me gustaría compartir con vosotros
una de las experiencias más bonitas que he vivido.
El
viernes de dolores, 18 de marzo 2016, tuve claro que me gustaría
especializarme en ginecología y obstetricia una vez que acabe la
carrera; antes de entrar también tenía las ideas claras, sabía que
mi vocación era esa, pero sin duda alguna el viernes se confirmaron
al 100%.
Como
os digo, el 18/03 vinieron al mundo dos bebés muy deseados por
todos, a parte de sus padres, les esperaba con muchas ganas, estuve
acompañando a su madre a lo largo del embarazo a las consultas y
clases de preparación al parto, y a medida que pasaban las charlas
estaba súper segura de que a esa rama de la enfermería era a la que
yo quería dedicarme, pero cuando vi las caritas de los niños...
sentí una emoción tremenda y dejando a un lado los lazos de unión
que pueda tener con ellos, parte de lo que sentía era fruto de lo
que había vivido con la madre, la espera, el trato... y me di cuenta
de que me encantaría ayudar a aquellas futuras madres en, quizás,
el momento más feliz de sus vidas y compartir con ellas la alegría
del momento y la felicidad de haber ayudado a traer alguien al
mundo.
Estar
presente en el momento que nace un hijo es todo un privilegio y una
oportunidad única en cada caso que me encantaría que formase parte
de mi día a día en un futuro.
Y
esto es todo por hoy!!! Buen inicio de semana a todos los que me
leéis!!!